A lo largo de nuestras andanzas por los páramos acumulamos vivencias y saberes, tejemos relaciones con los ríos, los animales, las plantas o con los fenómenos meteorológicos. Este manifiesto es una invitación a reconocer esas vivencias y saberes desde nuestra conexión con el cuerpo. Abrir nuestros sentidos al territorio es un primer paso para compartir con otras personas y para dialogar alrededor de nuestros intereses. No es necesario que estemos completamente de acuerdo en todo, sino que entendamos cómo podemos comunicarnos y negociar nuestras diferencias.